Nunca pensé que estar en lugar de otro fuera tan difícil y doloroso.
La comprensión tardó en llegar , dejé mi egoísmo de lado para poder ser tú y a la vez yo.
Si la única manera de conservar tu vida , era dándote la mía no había nada más que hacer.
Solo faltaba un testigo , alguien que me ayudara a realizar aquel acto. Un humano no podía ser ya que la intensidad de mi acto quizás no sería comprendido. Un ángel tal vez pensé ¿pero dónde lo encuentro?.
Fue una decisión tal vez precipitada. Pero sabía que en algún momento tu vida iba a acabar , los días estaban contados. Mi dolor aumentaba cada día , la búsqueda desesperada me agobiaba , nada era fácil.
Lo único que pensaba era si sacrificar la vida por la persona que amo , sería válido ante los ojos de Dios. No me importaba cuan sufrimiento en realidad venía pero si él estaba a salvo yo sería feliz.
Mis palabras intentaban ser de aliento , jurándole una vida eterna junto a mi.
Podía escuchar los dificultosos latidos de su corazón.
Cada latido era igual a un nudo en mi garganta.
“Ya todo acabará”.-le decía.
El solo me tomaba la mano con la más mínima fuerza.
No encontraba manera de hacerlo. Mi petición de entregar mi corazón no era válido. Estaban luchando por una vida , y no encontraban justo sacrificar la mía.
Esa noche rogué más que nunca , para que mi corazón de alguna manera se intercambiara por el suyo. Que mi vida fuera suya , y la suya mía.
A la mañana siguiente recibí un llamado. Un llamado que cambió mi mundo. No era un donante. Todo había empeorado , todo era más crítico. Corrí hasta llegar a su lado , le abracé y le comencé a hablar.
Apenas respiraba , ya no hablaba . Solo se quejaba.
“Ya todo acabará”.
Mis lágrimas caían sin parar , ya era tarde.
Cerré mis ojos y empecé a suplicar , una vez más.
Sus latidos ya no existían.
El se había ido.
Todo comenzó a dar vueltas. La respiración me faltaba.
Llevé mi mano a mi pecho y apreté con fuerza. Logré sentir los latidos apresurados dentro de mi.
“Por favor, dale vida” –decía para mis adentros.
No entendía lo que pasaba. La visión se me nublaba , creo que me desmayé.
Sentía un murmullo. Eran gritos , o tal vez voces de asombro.
No podía abrir los ojos , me pesaban demasiado como si estuviese despertando de un largo sueño.
“¿Qué ha pasado?” le escuché a una voz horrorizada.
Junté fuerzas para levantarme.
Y lo vi.
Estaba él sentado en una silla , mirando por la ventana. Mirado al vacío , no lo podía creer.
Caminé a su lado y le toqué el hombro. Él vaciló , lentamente colocó su mano sobre la mía.
En el reflejo pude ver su sonrisa. Triste…pero sonrisa al fin y al cabo.
Estaba aliviada. Él estaba con vida , me llevé la mano a mi pecho con razón de tranquilidad.
Y entendí que…mis latidos ya no estaban. Ví. una vez más en el reflejo , y yo no estaba.
Dicen que cuando amas a alguien , deseas su felicidad.
Es un concepto egoísta creo.
Pero aparentar ser un buen perdedor puede resultar una buena idea.
Como dice en una película , lo mejor de la vida es amar y ser amado.
Y si yo amo…soy capaz de cualquier cosa.
1 comentario:
q linda historia... n_n
eres buena escribiendo... al leerla casi llegaba a sentirme parte de la escena =)
te dejo mis saludos y un abrazo.
De parte de una vieja amiga. Nathy
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